La Revolución de Mayo no fue un acontecimiento espontáneo y aislado. Fue un desarrollo que comenzó muchísimo antes, a partir de componentes de diferentes tipos: económicos, culturales, sociales y políticos. En mayo de 1810 un grupo de criollos, con ideas diferentes, pero con un firme objetivo en común: alzarse contra el gobierno del Virreinato del Rio de la Plata. El 25 de mayo de 1810 fue la jornada en la cual los integrantes del Cabildo reconocieron la autoridad de la Junta Revolucionaria. De este modo, nacía el primer gobierno patrio, que abriría el camino a la Independencia, alcanzada seis años después.
Los hombres de la Gesta de Mayo, los héroes de carne y hueso que vencieron las limitaciones propias y ajenas que se oponían a su objetivo, son los que debemos tener presentes; a ellos debemos convertirlos en inspiración para seguir construyendo la historia de nuestra nación.
